
24 May Decluttering, o cómo hacer el cambio de armario
¿Has bajado las cajas de la ropa de verano pero aún no las has abierto? El cambio de armario es complicado cuando el tiempo no se decide. Hoy te hablamos del decluttering, una técnica perfecta para este momento.
Quizás esas cajas están en un guardamuebles en Valdemoro, en el garaje de tus suegros o en tu antiguo piso… Sin un buen decluttering previo, pensar en ellas será todo un calvario así que toma nota del artículo de hoy.
¿Qué es el decluttering y qué tiene que ver con el cambio de armario?
Despedir una estación es el momento perfecto para poner en práctica el decluttering. Declutter significa despejar o quitar de un lugar aquello que no necesitas, para hacerlo más agradable, funcional y útil.
Cuando realizamos el cambio de temporada, solemos darnos cuenta de que hay muchos artículos que ya no utilizamos, que guardamos sin saber por qué o que ni siquiera sabemos cómo llegaron hasta ahí.
Todos esos “¿y esto dónde lo pongo?” son la víctima perfecta del decluttering, pues va un paso más allá: ordenada y elimina de nuestras vidas los excesos, en todos los sentidos.
Pero como este es un blog de mudanzas y no de crecimiento personal, vamos a enfocarnos en lo que puede hacer este método por nuestros armarios, guardamuebles y traslados.
Pon en práctica el decluttering
Y si tienes próximo el cambio de armario o una mudanza, estamos seguros de que vas a agradecer un montón haber realizado previamente una sesión práctica de este método.
- Cuatro cajas: cuatro y solo cuatro son las cajas que deberían quedarse con lo esencial. Pueden ser grandes, sí, pero cuatro, pues van a responder a cuatro categorías. Una para lo que ya no va a tener una segunda vida. Otra para lo que puedes regalar, vender o intercambiar. La tercera para pertenencias importantes que deseas conservar, pero que se irán al guardamuebles. Y una cuarta para lo especial e importante que sí se quedará en casa.
- Armario de esenciales: ¿que prendas te gustan y usas verdaderamente? Cuando nos quedamos solo con nuestros outfits favoritos y completos, el “qué me pongo” desaparece. Bye bye, estrés.
- Divide (y despeja) la despensa: clasifica en secciones y tira todo aquello que se haya caducado o que realmente no consumas. Si está en buen estado puedes donarlo.
- Las mesas y las sillas son mesas y sillas, no armarios: mantener estos muebles despejados y organizados nos da mucha paz mental, aumenta nuestra concentración y elimina el ruido visual. Si toda esa ropa que posas encima de la silla proviene de un “no tengo nada que ponerme”, con el decluttering ya sabes que lo habrás arreglado.
- Trabaja en equipo y celebra los logros: si vives con más personas, no tienes por qué hacerlo solo. Y si te apetece, invita a unos cuantos amigos, quizá les apetezca quedarse con algo. Después les ofreces un picoteo y pasáis una tarde de lo más entretenida.
No le temas al cambio de armario si has puesto en práctica el decluttering y si existen guardamuebles como los nuestros para cuidar por ti todo aquello que no usas, pero quieres conservar.